Por Nayla Díaz

Son las 2 de la tarde de una tarde soleada en Buenos Aires y Luana Hervier trabaja en su computadora, en una mesa del restaurante orgánico Buenos Aires Verde en Belgrano. Con una sonrisa inconfundible, queda claro que su actitud positiva no termina frente a las cámaras de televisión ni en la foto que ilustra la portada de su más reciente libro; es su estilo de vida. En coincidencia con la famosa frase «la alegría es solo brasilera», Luana nació y vivió hasta los 7 años en Porto Alegre hasta que regresó a la tierra de sus padres, Argentina.

Desde muy chica sintió gusto por el deporte. Cada vez que terminaba la clase de educación física sentía que «lo podía todo«, y progresivamente fue tomando conciencia de la importancia de su cuerpo y el movimiento como vehículos para la realización de cualquier objetivo. La prolífica carrera de Luana es asombrosa: es coach en nutrición, profesora de yoga y educación física, conductora de radio y televisión y autora. Su perseverancia y claridad en el mensaje que promueve sirven de ejemplo e inspiración para muchos.

Apenas terminó el colegio comenzó el profesorado de educación física y como su talento apremiaba, le dieron una beca para estudiar en Dinamarca. Allí hizo un curso de liderazgo deportivo y convivió con más de cien personas de distintas partes del mundo. Fue en ese escenario donde descubrió que su pasión no pasaba por la competición; disfrutaba más de conversar con la gente y de actividades en grupo. Fue ahí dónde conoció a una profesora de yoga y comenzó a transitar ese camino, lo sintió en el cuerpo como «lo correcto».

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Bajo la premisa de «transmitir valores a través del movimiento», le gusta pensar que no hay modelos a seguir, sino que el máximo logro es ser la mejor versión de uno mismo. En relación a su alimentación se autodefine como «libre». Si bien dejó de comer carne a los 15 años, asegura que lo importante es saber qué es lo mejor fisiológicamente y en el caso de los lácteos y la proteína animal: prestar atención a la calidad de esos productos y averiguar si tienen hormonas o antibióticos.

Así, entre profesorados, instructorados, viajes y cursos de cocina, Luana encontró en el «coaching» la mejor manera de sintetizar su conocmiento, según ella, su actividad podría definirse como «una construcción de saberes enfocada al bienestar». A lo largo de los años, y con una vasta experiencia en su haber, sabe que la única manera de promover el cambio es convirtiéndose en un ejemplo vivo.

«Para que la sociedad se abra un poquito más no hay que plantear posturas extremas; debemos ser lo más empáticos posible con las personas y promocionar que prueben de una cosa a la vez», afirma convencida, al mismo tiempo que confiesa: «Con el tiempo aprendí que cada persona tiene su momento y al igual que me tocó a mi, es cuando te toca; la tarea mas importante es nosotros ser ejemplo vivo y compartir de verdad lo que sabemos, desde el corazón y con generosidad». Bajo esos preceptos nació «Luana Living: Nutrición y Movimiento para el Cuerpo y Alma», su primer y flamante libro (Editorial Kier).

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«El libro compara el cuerpo humano con un auto, las personas a veces conocen mas a sus autos que a su cuerpo», suelta Luana entre risas mientras bebe una refrescante limonada con menta y jengibre. A grosso modo, y con originales analogías que comparan el cuerpo humano con un auto, el libro se divide en tres partes principales: «La máquina perfecta» (movimiento), «Cómo llenar el tanque»(alimentación) y «Caño de Escape»(limpieza y desintoxicación).

Luana afirma que está instalada la idea de que se necesita mucho tiempo para llevar un estilo de vida saludable, pero en realidad, lo que sucede es que decidimos poner la prioridad en otras cosas.  Su libro, entonces, aparece como una herramienta valiosa y concebida desde la generosidad ya que, según sus palabras: «No hay ningún saber individual, los saberes son de todos».

SALPICADITO

Durante la entrevista, además de inspirarnos, Luana contestó nuestro breve cuestionario y reveló algunas de sus preferencias:

*Un ingrediente: Cúrcuma

*Un ingrediente que no te guste: los calditos procesados.

*La ciudad donde mejor se come: Miami, aunque nadie lo crea. Hay mucha variedad y supermercados orgánicos.

*Un trago: Caipirinha

*Un restaurant: Buenos Aires Verde

*Un libro: «Sana Sana» de Mónica Müller

*Una película: Patch Adams

*Un lugar en el mundo: la Baja California, en México.