El 17 de abril se celebra el Día Mundial del Malbec, la uva con la que se fabrica el vino. Aunque su origen es francés, se ha convertido en la cepa nacional por excelencia.

El malbec llegó a Argentina de la mano de Michel Aimé Pouget, un ingeniero agrónomo francés que a mediados del siglo XIX emigró a Chile. Allí conoció a Domingo Faustino Sarmiento, quien se interesó en contar con su ayuda para ampliar y diversificar la industria vitivinícola argentina. Y lo logró.

El Día del Malbec se conmemora cada 17 de abril porque fue ese día, en 1853, cuando se presentó oficialmente el proyecto para crear la Quinta Agronómica de Mendoza -la primera escuela de agricultura del país- donde Pouget fundaría los cimientos de la vitivinicultura argentina.

Tan prestigiosa es nuestra cepa en el mundo que la cristalería austríaca Riedel le armó una copa a su gusto y semejanza. El proyecto comenzó en 2013, cuando la bodega sanjuanina Graffigna se asoció con dicha marca para desarrollar una copa especialmente moldeada para el Malbec. Así se organizó un workshop en Nueva York guiado por George y Maximilian Riedel junto con referentes de la bodega para definir especificaciones de la copa Malbec. El resultado fue de un cáliz de 13,51 centímetros de alto y un diámetro de 8,51, logrando un diseño elegante y equilibrado a la vista. Lamentable – e increiblemente- las copas no se venden en nuestro país.

Hoy puede ser un gran día para brindar.